Thank you, MUSIC

Thank you, MUSIC

Cuando empecé con esto, sentía una necesidad de expresarme hacía tiempo, como una piedrecita en el zapato. No una piedra punzante de esas que te molestan, y te la tienes que quitar en el acto por que te impide caminar, sino una piedra redondita, sin cantos, que está ahí, en una esquina de tu alma. No te impide caminar, pero sí que cuando la notas, te resulta incómoda. La vas apartando con el dedo, y parece que desaparece, pero al final, siempre volvía a aparecer. Un día, me canse de caminar con esa incomodidad, decidí parar y sentarme en el suelo, y quitarme esa piedrecita. Y aquí estoy frente a vosotros, sin ella. Pero también sin zapato. Siento que con esto no solo queda al descubierto mi afición por la música y con los eventos relacionados con ella, si no que os muestro mi pie desnudo, con todas sus imperfecciones. Esta soy yo. La Alba de verdad, la genuina. Con sus sentimientos, con sus opiniones, con su pasión y con su disfrute. Cuando era pequeña, me gustaba ir en bolas corriendo por casa, como supongo que les pasa a muchos niños. Pasaron los años, llego la adolescencia y los complejos. El miedo a ser juzgada. El miedo a ser criticada. Siempre el miedo. Ese sentimiento de comodidad con la desnudez fue desapareciendo, no solo la de mi cuerpo, sino también con la de mi alma. Deje de ser mi yo genuino, y poco a poco ese YO paso a ser un YO que se juzga, porque no tiene ni un cuerpo ni una alma perfecta. Deje de escuchar mi voz interior y me deje vestir por las voces de los demás. Me tape con muchas capas y me disfrace tanto de cuerpo y alma, que llegue a olvidar quien soy. La música ha sido mi oasis, uno de mis únicos refugios durante muchos años. Esas capas se tradujeron en una disociación total de mi persona, de esa Alba genuina que escribía cuentos y corría en bolas por su casa, pero no solo en el plano psicológico, si no en el plano físico. Tuve un cuerpo que durante años no sentí mío, el cual escondí debajo de un sobrepeso alimentado por la ansiedad de llenar un enorme vacío interior y de no mirar hacia dentro de mi persona, para ver a mi yo verdadero, a mi yo genuino.