El proceso de autoconocimiento...

El proceso de autoconocimiento...

Un proceso de autoconocimiento y rodearme de personas que me han ayudado a reconectar con mi verdadera esencia han hecho que poco a poco me quite todas esas capas que había puesto encima de mi misma. Vuelvo a sentirme nuevamente YO. Cuando me pongo frente al ordenador, con la hoja en blanco, siento libertad. Mi alma, desnuda de prejuicios y miedos, corretea por todos los rincones de la casa, por todos los rincones de mi cuerpo, de mí ser. Me ayuda a elegir los recuerdos, a ordenarlos, a darles forma, y es feliz porque puede expresar todo aquello que lleva dentro. En este proceso he descubierto la maravilla del autocuidado, he aprendido a cuidarme y a respetarme a mí misma. Durante años pensé que los eventos de música electrónica, nocturnos y a deshora, no podían ir si no acompañados de excesos, de romper patrones de sueño y de alimentación, de evasión de la realidad. Una sensación amarga me embriagaba cada vez pensaba en ello, ya que son algo que me encanta y que me hace vibrar, pero iban acompañados de una condena: La condenada a no cuidar de mi misma. Te gusta salir, te gustan los eventos, así que te jodes amiga, es lo que hay. O una cosa o la otra. Si algún día quieres cuidarte, debes dejar estos eventos de lado. Y eso me entristecía enormemente, por que adoro mi estilo de vida y como me siento cuando la música y lo que la acompaña me hace vibrar, y los que me conocéis sabéis que siempre he dicho que yo no quiero dejar nunca este estilo de vida, porque es aquello que me define. El maldito blanco o negro, sin tener en cuenta las tonalidades de gris. He aprendido a alimentar mi cuerpo y a alimentar mi alma con excelentes alimentos, que me nutren, me sacian y me hacen feliz. Me los como y me satisfacen. No solo hablo de “comida”, hablo de relaciones con los demás y conmigo misma, hablo de eventos, hablo de autorrealización personal, etc. En este proceso he desempolvado pasiones y he descubierto algunas nuevas que me están llenando de satisfacción. A día de hoy, estoy en ello. Voy intentando combinar las dos cosas, como quien quiere combinar dos ingredientes que no pegan para nada. Sabe que será difícil, pero si lo logra, tiene la certeza de que le quedara absolutamente delicioso. También sabe que no cada día le quedara igual, y que puede que en alguna ocasión se le queme la receta en el horno y sea un desastre…jaja Pero sabéis que… ¡Eso no me impedirá que quiera seguir perfeccionándola! Y amigo/a que me estás leyendo, si yo he podido, tú también puedes. Como dije en mi primera publicación, ser generoso no es solo un acto material. Ser generoso es compartir experiencias, porque deseo que todo aquel que quiera cuidarse y que le gusten los eventos no tenga que resignarse y elegir una de las dos opciones. Se pueden hacer las dos cosas, solo hay que seguir unas pautas y hay que estar comprometido con uno mismo y con la pasión que nos conecta a la música y a sus acordes, por que si la música es sublime, merece a un ser sublime disfrutándola. Y ese ser sublime merece serlo. Ese ser sublime, si quieres, puedes ser tu.